miércoles, 4 de noviembre de 2015

La familia y su historia



Esta casa, debe su existencia principalmente a la creación de la fosforera de El Carmen, la cual fue fundada en 1846 por Pascasio Lizarbe Ruiz, el cual adquirió todos sus conocimientos sobre los fósforos en una temporada que estuvo en Francia.
Fachada exterior de la fábrica de cerillas El Carmen. Año 1925.
Fuente: LAPUENTE SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.

Era oriundo de Berbinzana, y después de su periplo por Francia, decidió poner en práctica sus recién adquiridos conocimientos y establecerse en Fuenterrabía con un taller, lo cual llevó a cabo con un socio. En 1838, al no verse satisfecho con los resultados obtenidos por este taller, lo vendió a su socio y trasladóse a la localidad de Hernani donde, gracias al apoyo económico de Carmen Elizondo, la que sería su esposa, instaló un segundo taller, que dejó y vendió en 1839, cuando se trasladó a Cascante. En esta localidad junto a un nuevo socio erigió una nueva, esta vez, fábrica, ya que contaba con algún adelanto tecnológico. Así pues, esta fábrica, pareció ser lo suficientemente fructífera como para vender su parte a su socio y dirigirse a instalar una nueva fábrica de la cual solo el fuese propietario. Esto le llevó en 1846 a levantar la fosforera turiasonense de El Carmen.[1]
Por lo tanto, en 1846, Pascasio Lizarbe Ruiz compró el convento de Santa Teresa de Jesús, el cual había sido desamortizado, con un terreno de 20.000 m cuadrados, donde pone en marcha una fábrica de fósforos que llegará a ser una de las más importantes de España.[2] Con el paso del tiempo, muere su primera esposa, dejando a un hijo del primer matrimonio de esta, Dionisio Lasa Elizondo. Pascasio Lizarbe casará más adelante con Prudencia Azcona Huici, con la cual tendrá cinco hijos. Dionisio Lasa siempre estará mano a mano con su padre político en la dirección de la fosforera. Según Galo Lostal,[3] fue Pascasio Lizarbe el introductor del proceso de fabricación de los fósforos en España.

Mecánicos herreros de la fábrica, Año 1897.
Fuente: LAPUENTE SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.



Maestros fundidores de la herrería de la fábrica El Carmen. Año 1890.
Fuente: LAPUENTE SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.

A la muerte de este en 1865, la empresa pasa a manos de su primogénito de su segundo matrimonio, Pascasio Lizarbe Azcona, y la empresa es llamada Viuda de Lizarbe, y en 1876 Viuda e hijos de Lizarbe. Con la muerte de Pascasio Lizarbe Ruiz, y el rechazo que sintió en la dirección de la fábrica Dionisio Lasa, le llevó a construir su propia fosforera. Abel Lizarbe Anchóriz sustituyó a su tío Pascasio Lizarbe Azcona en la dirección de la fábrica en 1919 por problemas de salud. En este periodo la fábrica pasa por todo tipo de problemas a pesar de su creciente desarrollo. Sufre dos grandes incendios, el 21 de julio de 1880 y 20 de noviembre de 1915. En 1893 Juan Bautista Lizarbe, envía una queja al obispo por el campanario de la iglesia contigua, ya que se encuentra en estado de ruina y supone un peligro para la fábrica.[4] Otro de los problemas que arrastró la fábrica fue uno relacionado con unas leyes de monopolio sobre las cerillas de finales del XIX, donde el estado en coalición con el Gremio de Fabricantes de Fósforos, se aseguraban la venta de las cerillas y este acuerdo se mantuvo 15 años desde 1893. Pero llegado 1908 finalizó este acuerdo de arrendamiento de monopolio, y la fábrica fue precintada por los inspectores de Hacienda, ya que a los integrantes del antiguo Gremio de Fabricantes de Fósforos se les persiguió como contrabandistas. Al final la fábrica consiguió que la reabrieran y continuó con sus trabajos, mientras que la Fábrica de Lasa cerró definitivamente.[5]
A pesar de todo, la fosforera sigue progresando y adquiriendo un gran renombre en el ámbito nacional, lo que le lleva a mejorar sus instalaciones incluyendo un taller litográfico para decorar las cajas de cerillas, introducir mejoras en la maquinaria y en los utensilios utilizados para la producción de las cerillas, entre otras. Esta fábrica se encontraba dividida en tres departamentos, el que era llamado cerillera, el taller de pasta para las cabezas y el de fabricación de cajas.
En el primero de ellos se realizaban las cerillas, utilizando como materia prima bobinas de algodón hilado, así, después de distintos procesos, se daba lugar al producto.
En el segundo se realizaba la pasta de los dos tipos de cabezas que en ella se fabricaban. El primer tipo de cabezas, con una pasta con base de diversos elementos químicos, eran mezclados en un molinillo y posteriormente secados, obteniendo así la cabeza. El segundo tipo de cabezas, eran de una pasta con otra composición química distinta. Su diferencia radicaba en que para prenderlas, era necesario un tipo de rascador especial. Estas cerillas estaban destinadas casi en exclusividad a Barcelona.[6] Además de las cerillas, en el tercer departamento, se llevaba a cabo toda la preparación final del producto y distribución, donde se trabajaba en las litografías y en el empaquetado.
Llegados a 1922 los Lizarbe perdieron la propiedad de la fábrica, aunque seguirían como directivos de esta. Esto se debe a que en ese mismo año, el Estado adjudica a la Compañía Arrendataria de Fósforos S.A. el monopolio de la fabricación y venta de cerillas.[7] Así pues, la fábrica en la década de los años veinte irá en aumento tanto en empleados, como en beneficios y producción. A partir de aquí la empresa seguirá creciendo y desarrollándose, dejando el apellido Lizarbe la fábrica ya en 1967[8]y cerrando esta en 1992.[9]

Personal de la fábrica El Carmen. Año 1897.
Fuente: LAPUENTE SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.




[1] LOSTAL MARTINEZ. G, Historia de la Industrialización de Tarazona, Bubok, 2012, p. 197
[2] CARRETERO CALVO. R, Después de la Desamortización. El patrimonio conventual de Tarazona (Zaragoza) a partir del siglo XIX, C.E.T., Tarazona, 2015, pp. 29-30.
[3] LOSTAL MARTINEZ. G, Historia de la... op. cit., pp.197-198
[4] CARRETERO CALVO. R, Después de la… op. cit., pp. 204-205
[5] CEAMANOS LLORENS. R, “Historia social de la Fosforera del Carmen: un lugar en la memoria histórica de Tarazona”, Turiaso Nº XVI, I.F.C., 2003, Tarazona, pp. 335-354, 342.
[6] BIEL IBAÑEZ. Mª P, “Breve aproximación a la arquitectura industrial de Tarazona”, en Centro de Estudios Turiasonenses, Turiaso Nº XIII, I.F.C., 1997, Tarazona, pp 187-200.p.192
[7] CEAMANOS LLORENS. R, “Historia social…op. cit., p343
[8] LOSTAL MARTINEZ. G, Historia de la... op. cit., pp.205
[9] CEAMANOS LLORENS. R, “Historia social…op. cit., p344

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